Cuando eres joven, sueñas con comerte el mundo, tus habilidades y capacidades están al cien, entonces empiezas a preguntar ¿Cuál es mi propósito en la vida? Un martillo está diseñado para clavar, para eso fue creado. Ahora bien, si este no se usa, si está guardado, no podrá ser de utilidad, pues será un objeto más. Igual pasa con la vida, nuestro Dios, quien está lleno de sabiduría, tiene un plan, y todo el universo fue creado conforme a su propósito y voluntad, siempre tendrá algo nuevo que quiere llevar a cabo, no solo pasó en el antiguo y nuevo testamento, pasa ahora también, en la actualidad como lo dice en Jeremías 29:11 “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.”.
Pablo era un joven en el plan de Dios. Él llegó a ser el propio instrumento, la vasija misma, que Dios utilizó para llevar a cabo lo que tenía en su corazón. Pablo añadió: “Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo,” Filipenses 3:8. Un joven con propósito es aquel que decide entregarle todo a Dios en especial su corazón y reflejar a Cristo a sus compañeros de colegio o universidad; sin muchas palabras, sino más bien con acciones y la convicción de su fe mostrando su coraje al darle un gran no a aquello que sabe que no le agrada a su Padre que está en los cielos. Demostrando su lealtad, aun en los momentos más difíciles.
Proverbios 3:5-6 dice: “Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas.”. También dice Proverbios 3:1-2 “Hijo mío, no te olvides de mi ley, Y tu corazón guarde mis mandamientos; Porque largura de días y años de vida Y paz te aumentarán.” promesa de Dios para tu vida y es por esto que te dice hoy: Cuido de ti, no estás solo, tienes esperanza, te amo con amor eterno, no temas, escucho tu clamor, no te abandonaré, cuidaré siempre de ti.
Recuerda que tener un corazón limpio es tener conexión directa con Dios, tener la capacidad de sentir a Dios dentro de nuestro ser, que se pueda sentir en nuestro hablar, expresión, actos que exalten al Padre. Dios habla a través de un corazón puro. Salmo 51:10 dice “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí.”.
Deseo que la bendición de Dios esté sobre tu vida siempre y recuerda que “sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida.” Proverbios 4:23.
Por: Lina López