Pondré enemistad entre ti y la mujer y entre tu simiente y su simiente: Él mismo te aplastará la cabeza cuando tú hieras su calcañar. Génesis 3:15
A partir de esta palabra, el “proto evangelio” puesto que es buena nueva, puesto que es el primer mensaje de redención a la humanidad, hoy hemos de gozarnos en ser parte del Cuerpo… Sublime acto realizado por nuestro Redentor, el Señor Jesucristo cuando, David, inspirado por el Espíritu eterno y en lo que conocemos como salmo 68:18 exclama “Subiste a lo alto, ¡cautivaste la cautividad…” ¡Es excelente! Pareciera un juego de palabras, pero no: son diseños, estrategias que nuestro Padre Fiel nos da en esta lucha de simientes. ¡¡¡Que con esas circunstancias que a diario se presentan o como dijeron otros “por causa de ti somos muertos cada día…” ¡¡¡Cada día!!! nosotros implementemos la victoria obtenida por Él en su resurrección y ascensión.
Vamos caminando, vamos transitando, de campamento en campamento, de gloria en gloria, de fortaleza en fortaleza y sentimos el dolor en el calcáneo, se turba el alma, pareciera que los cielos se hacen de bronce, no oímos Su Voz… Oh, el sonido de Adonai Elohim paseando por el paraíso al atardecer…, entonces, arengamos al alma, le decimos ¿por qué te abates?
–Bueno es Yhvh a los que lo esperan, al alma que lo busca
–Bueno es esperar, y aguardar en silencio la salvación de Yhvh.
En principio Su paz, como un río nos inunda y es el termómetro para saber que la comunión se restablece, que nos aprueba el Espíritu, que nos da testimonio de hijidad, ya no más sentimiento de orfandad. ¡Selah!
¿Resuena «Dónde está, oh Muerte, tu victoria? ¿Dónde, oh Muerte, tu aguijón?» TRAGADA FUE LA MUERTE EN VICTORIA.
Oro para que seamos abiertos al mover de Dios en su iglesia, la verdadera, la única; para acelerar Su venida, Su presencia para que los dones que Él tomó y dio a los hombres, incluso a los rebeldes, sean activados para perfección de los santos, edificar un templo conforme a su diseño. Él, nuestro Cristo, descendió a las regiones de mayor oscuridad (sí, las tuyas y las mías) para liberarnos y para tomar todo lo que Satanás había usurpado de nosotros, de las ciudades, de las naciones; los diseños, las armas espirituales, los dones y ministerios. Él entra enriquecido y toma la iglesia. ¡!!ES UNA CAUTIVIDAD DE AMOR!!!
Shalom, Shalom,
Por: Nillireth Ospina
Versión usada BTX IV edición